UNA NUEVA VIDA

UNA NUEVA VIDA
un nuevo inicio para mí

BIENVENIDOS A MI NUEVO BLOG

HOLA AMIGOS ESTE ES EL NUEVO BLOG AL QUE ME INVITARON A PARTICIPAR. SON CINCO MUJERES QUE ESCRIBEN PARA UNA REVISTA Y EN ESTE BLOG DEBATEN Y OPINAN SOBRE LAS NOTAS DE SUS COMPAÑERAS. CADA UNA TIENE UN PUNTO DE VISTA. LIHUE, MÍSTICA. LUCRECIA, SEXO. MILENA, MITOLOGÍA E HISTORIA. MARÍA, RELIGIÓN Y YO PARTICIPO COMO ANDREA UNA MUJER COMÚN. ESPERO LES GUSTE.SOLO DEBEN HACER CLIK EN EL NOMBRE. CINCO VOCES EN LA MESA.












sábado, 18 de septiembre de 2010

MI HISTORIA CON EL CIGARRILLO


Hoy mirando chistes vi este de vladdo y se me ocurrió contar mi relación con el cigarrillo, no es una historia importante pero como la que escribe soy yo y hoy estoy con el humor cruzado escribo sobre lo que me parece.
Cuando tenía catorce años mis amigos comenzaron a fumar y al poco tiempo fueron mis amigas las que se iniciaron en el vicio, a mi no me llamaba la atención así que no se me ocurrió probar.
Cuando nos fuimos de viaje de fin de curso a Bariloche, mis amigas de la escuela a parte de probar licores se iniciaron en el cigarrillo, yo me reía y le sacaba fotos pero tampoco me interesaba fumar.
Cuando fui a la facultad, todos mis compañeros de estudio fumaban, en una pieza de dos por tres el humo me ahogaba pero tampoco fumé, por esas extrañas cosas que tiene mi cabeza, cuando ya nadie me insistía para que fume se me ocurrió probar y ahí fumaba solo los fines de semana cuando salíamos a bailar, lo que se dice era una fumadora social. Por esos tiempos conocí al que hoy es mi marido y nos pusimos de novios, una de las primeras cosas que me dijo era que no le gustaban las mujeres que fuman, hasta ahí llego mi vicio, prefería tenerlo a mi lado que fumar, para mi dejar el cigarrillo no era un esfuerzo.
Después que nació mi hijo mayor, tuve una crisis de angustia y en la terapia la psicóloga me dijo que cosas me daban placer, entre las que me producían placer era fumar, pero como no probaba un cigarrillo hacía ocho años no entendía porque extrañaba algo que había dejado hace tanto tiempo, la psicóloga me dijo entonces que si eso me daba placer que fumara, era una forma de decirme que no tenía que dejar hacer cosas por los demás, fue como el principio de mi terapia liberadora, el cigarrillo volvió a mi boca y para mi asombro mi esposo me apoyó, esta etapa del cigarrillo duro unos cuatro años hasta que después de otra crisis de angustia, decidí tener un hijo entonces dejé el cigarrillo que a esta altura fumaba solo en el trabajo dos o cuatro cigarrillos por día, tampoco me costó dejarlo, la salud de mi bebé era más importante, después que nació solo retomé el vició cuando volví al trabajo ocho meses después, el estar frente a un curso de treinta y cinco, peleando con la disciplina, el trabajo, me estresaba y en el recreo fumaba. En las vacaciones mi mamá se quebró la pierna y tres meses conviviendo con ella subió mi cantidad de vicio de cinco al día a doce, al final de las vacaciones estaba tan mal que tuve una crisis en la escuela y desde que estoy de licencia después de mi depresión en casa fumo un atado por día.
Lo extraño es que como fumadora me comporto algo raro, trato de que mis hijos no estén cuando fumo y nunca fumo en las habitaciones, en el baño, en el comedor, en la cocina, es decir, estos son lugares libres de humo, solo fumo en el patio y en la habitación del arte como le dice mi hijo, que es donde pinto y donde esta ramonita, pero como en mi familia soy la única que fumo cada vez que mi hijo tiene catarro siempre la culpa recae en mi, otra cosa extraña es que no soporto el olor a cigarrillo en la ropa y en el pelo, menos en las manos antes de acostarme me lavo toda con cepillo para quitarme el olor, extraño no.
No sé si los hombres son más perjudiciales que el cigarrillo algunos sí, pero que hay ciertas personas que me enferman más que un atado de eso estoy segura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario