UNA NUEVA VIDA

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un nuevo inicio para mí

BIENVENIDOS A MI NUEVO BLOG

HOLA AMIGOS ESTE ES EL NUEVO BLOG AL QUE ME INVITARON A PARTICIPAR. SON CINCO MUJERES QUE ESCRIBEN PARA UNA REVISTA Y EN ESTE BLOG DEBATEN Y OPINAN SOBRE LAS NOTAS DE SUS COMPAÑERAS. CADA UNA TIENE UN PUNTO DE VISTA. LIHUE, MÍSTICA. LUCRECIA, SEXO. MILENA, MITOLOGÍA E HISTORIA. MARÍA, RELIGIÓN Y YO PARTICIPO COMO ANDREA UNA MUJER COMÚN. ESPERO LES GUSTE.SOLO DEBEN HACER CLIK EN EL NOMBRE. CINCO VOCES EN LA MESA.












jueves, 9 de agosto de 2012

RECORDANDO BARILOCHE A TRAVÉS DE LAS CARTAS

Hola amigos, ayer mi hijo estaba buscando una carta no formal y como ultimamente no se escriben cartas, encontró una carta de una amiga. Entonces, recordé cuando volví de Bariloche, en esa época nos comunicamos por este medio.
Me había hecho amiga de unos chicos de Corrientes y unos de Entre Ríos, todas las semanas espera ansiosa al cartero, y este con una sonrisa me entregaba las cartas. En ellas recordamos momentos pasados, nos contábamos lo que pasaba en nuestra vida, porque todos estábamos terminando quinto año,las emociones de esta época eran muchas, preparar la recepción, el fin de curso, planear el futuro, de todo esto nos contábamos en la carta.
Pero había uno en especial que me enviaba cartas de amor, quedó enganchado y constantemente me decía que no podía vivir sin mí, que me extrañaba, que extrañaba hablar conmigo, muchas cosas más. Es que bariloche dejaba esas cosas, amistades, juegos, boliches, la nieve, tantas cosas pasan en Bariloche, mis amigas empezaron a fumar en bariloche, es que ese ámbito de libertad, estar por primera vez lejos de los padres nos hacía hacer cosas locas, es la primera vez para muchas, tomábamos tragos que ni siquiera sabíamos que contenían,solo por el color, el problema era el regreso caminando, una vez nos desorientamos porque nos habían llevado en colectivo y no sabíamos para donde ir tomamos una calle que nos llevó a la ruta, después de caminar un montón tuvimos que regresar al boliche y tomar la otra calle, en el estado que estábamos eso era una tortura, cada paso y el aire frío en la cara nos emborrachaba más.
Eran días sin dormir, te acostabas a las cinco y te levantaban a las siete para una excursión, una vez recuerdo que íbamos en catamaran, salí a sacar unas fotos y luego de mirar el lago, entre me acomode entre cuatro asientos y me quedé dormida, los ancianos que compartian el catamaran nos miraban asustados.
Pero eramos jóvenes y dormir poco no nos impedía disfrutar de cada momento, cuando nos llevaron a un cerro, nos tiramos en un tobogan armado en la nieve y terminamos en un precipicio, otra vez en la cabalgata, luego de la travesía por arroyos y puentes de soga, el caballo me golpeaba la rodilla con todos los árboles que había en el camino y en lugar de seguir la carabana agarró por otro lado, quedé sola en un lugar desconocido y a los gritos llamando al guía, volvió tomo la rienda y me llevó con el grupo. luego nos tirábamos con un triángulo por una soga larga y cuando llegabas al final había una caja llena de barro así que si no terminabas cayendo de traste en el camino, terminabas toda embarrada, salvo que tengas la suerte de hacer equilibrio en la maderita sin soltar el triángulo.
Todos estos recuerdos vuelven a mi mente al leer las cartas, eso extraño de esa época la libertad, el compartir cosas increíbles con mis compañeras y que las letras surgen del papel atesorado en una caja de cartas amarillas.