UNA NUEVA VIDA

UNA NUEVA VIDA
un nuevo inicio para mí

BIENVENIDOS A MI NUEVO BLOG

HOLA AMIGOS ESTE ES EL NUEVO BLOG AL QUE ME INVITARON A PARTICIPAR. SON CINCO MUJERES QUE ESCRIBEN PARA UNA REVISTA Y EN ESTE BLOG DEBATEN Y OPINAN SOBRE LAS NOTAS DE SUS COMPAÑERAS. CADA UNA TIENE UN PUNTO DE VISTA. LIHUE, MÍSTICA. LUCRECIA, SEXO. MILENA, MITOLOGÍA E HISTORIA. MARÍA, RELIGIÓN Y YO PARTICIPO COMO ANDREA UNA MUJER COMÚN. ESPERO LES GUSTE.SOLO DEBEN HACER CLIK EN EL NOMBRE. CINCO VOCES EN LA MESA.












sábado, 2 de junio de 2012

UN VERANO DE AMOR EN LA PLAYA

Hola amigos se que no suelo hacer entradas de cuentos en este blog, a diferencia del policial que son todos cuentos, pero hoy haré una excepción, espero que les guste.
Caminaba por la playa, ese verano había decidido olvidar mi dolor interior, la soledad que frustraba mi vida, pero se movieron ante mí los tiempos una tarde y lo conocí. Era alto, joven, sus cabellos rubios volaban al viento del mar, mis ojos volvieron a mi corazón la esperanza de una nueva vida. Una charla, un paseo y un beso cerraron el círculo de mi anhelo por amor.
Mientras caminaba el agua abría sus fuertes abanicos y me envolvían, los pies se hundían en la arena roja del atardecer.
Me senté mirando el horizonte mientras recordaba los últimos días, todo era tan natural y perfecto como nunca lo hubiese imaginado, debía ir tan lejos para encontrarlo.
Lo esperaba como todas las tardes en la playa solitaria rodeada de rocas, cada ola marcaba el tiempo interminable de su llegada.
Apareció sonriéndome y mirando a los costados, era su ritual cada vez que nos veíamos, se sentó a m i lado, acarició mis cabellos y mis mejillas, mi cuerpo se estremeció, mientras  un aleteo de mariposas lo recorría como una adolescente en su primer amor, nos besamos y caímos en la arena apasionados, nos entregamos a un nuevo encuentro, mi cuerpo se derretía en sus manos y se movía al ritmo de su ternura, olvidando el sol que se ahogaba en el mar, yo extasiada lo dejaba esculpir mi cuerpo y mi alma, sus labios me recorrían y me abría a él como una ola al tocar la arena. Luego nos quedamos mirando y entrelazados en una sola sintonía.
Nunca me sentí tan hermosa y apreciada como en sus brazos, el me hacía creer que era única y especial, de golpe se levantaba me besaba dulcemente y se iba por el mismo camino volviendo su cabeza varias veces para verme y sonreírme.
Yo me sentía tan sola y abrumada que descargaba mis lágrimas en la hoja transformándola en palabras, era triste sentir el frío de la soledad todo un día hasta volverlo a encontrar.
Nunca salía del hotel, prefería recordar el encuentro una y otra vez, pero esa noche hacía calor y tenía sed, decidí recorrer la costanera y buscar un puesto de bebidas exóticas, pronto mis vacaciones terminarían y beber los tragos del lugar era  una costumbre que no podía desperdiciar. Seguí por la vía y el ruido de los tambores invitaba a bailar, a mi alrededor la gente feliz disfrutaba de la libertad del lugar, intenté unos pasos y de pronto mi cuerpo se unió a los ritmos, era como quitarse de encima lo vivido en el año laboral  en una sola noche para recordarla todo el año.
De repente en la vereda de enfrente apareció él, sus ropas le daban un aire distinto, las bermudas, el cinto la camisa fresca que se mecía al viento marino, no encontré a la vistas a sus amigos que lo acompañaron en el viaje, esa barra debe ser muy ruidosa al menos eso imaginaba, le hice señas para que se sumara al baile mostrándole mi trago, no me vio, de pronto, una chiquilla llegó a su encuentro, luego una mujer lo abrazó dulcemente sonriendo, la mano se me aflojó y el ruido del cristal cayendo al suelo llamó su atención, quedé petrificada, por un momento mi mundo se detuvo, mi corazón sintió espinas lastimándolo, mis mente no tenía reacción, alcé mi vestido mojado y corrí al hotel, mi habitación  me recibió, no prendí la luz,  la oscuridad me refugió, el llanto incontenible surgió. ¿Por qué la mentira? ¿Por qué la traición? ¿Dónde quedaron las palabras de amor? ¿De seguir este idilio en mi ciudad? ¿De ser mió hasta el final?
De nada sirvieron sus llamadas ni sus mail, junte los retazos de mi vida en la maleta y regresé al trabajo, a los horarios, a la rutina. Olvidando la promesa de la vida de alejar mi soledad y ofrecerme un amor sincero y eterno.