Hoy cuando vi este chiste de Maitena no lo podía creer yo pensaba que a mí sola me pasaba esto. Porque en mi casa mis hombres nunca encuentran nada, yo no sé si por comodidad o porque no tienen bien la vista o porque es más fácil decirme a mí que lo busque.
La cuestión es que yo siempre me pregunte ¿por qué los hombres no encuentran nada? yo pasé por todas las etapas, primero se los buscaba y se lo daba en la mano, después intente darle los datos de orientación y esperar a que lo busquen ellos solos, por supuesto no lo encontraban por más especificas que fueran mis indicaciones ( al lado del oso marrón que esta sobre la biblioteca) ...no está, respuesta típica que implica que me levante de la cama y mirando a donde ellos miran digo ¿no está? y señalando con el dedo .....ah no lo vi.
Después ya empecé con las amenazas te dije donde estaba, me levanto y está donde te dije y te pego. Creerán que tampoco resultó, seguían sin encontrar las cosas frente a sus narices.
Pero no es algo que solo me pasa con mi marido, con mis hijos es igual, y no encuentran desde ropa, juguetes, mochila de clase, maquina de afeitar, perfume, peine( este es el elemento que más se pierde en mi casa junto con el control remoto y el chupete) , vasos, alimentos, lapiceras, etc. No encuentran nada, será casualidad pero mientras escribo esto vino mi marido a decirme que no encuentra la cinta aisladora.
Acá debo hacer una defensa de las mujeres, porque no es cierto que nosotros sepamos donde están las cosas porque las guardamos, no señores, simplemente que tenemos una visión panorámica de la casa, creo porque yo se donde esta el juguete porque al pasar lo vi en la mesa, o vi cuando ellos lo guardaron, pero lo cómico es que me han llegado a llamar al trabajo para preguntarme donde esta el guardapolvo, que estaba planchado y colgado en la silla de la cocina al lado del teléfono.
Y otra cosa que me molesta es cuando estamos viajando o en otra ciudad y ellos totalmente perdidos no nos hacen caso a lo que decimos creyéndose mejor ubicado que nosotras, al pasarnos por varias cuadras o kilómetros le decimos...¿por qué no preguntas? y hace de cuenta que le mencionaste al diablo, lo que nos lleva a distanciarnos unos kilómetros más hasta que acceden a preguntar, solo para darse cuenta aunque no lo reconozcan, que teníamos razón y tendría que haber doblado diez kilómetros antes.
No sé, cual será el remedio a este síntoma típico masculino, espero encontrarlo pronto porque con tres hombres en casa, me veo toda una vida de búsqueda del tesoro por delante.
jajajjaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! que buen blog!
ResponderEliminary a tu marido le pegas cuando no encuentra las cosas?. "mira, el peine esta arriba del botiquin del baño, si no lo encontras... te hago un chas chas en la cola"...