¿POR QUÉ SERÁ QUE LAS MUJERES CUANDO TENEMOS TIEMPO LIBRE NOS PONEMOS A LIMPIAR?

Hoy fue un día de esos, que a las trece treinta estaba sola con mi marido y con toda la tarde por delante. Pero no se me ocurrió mejor idea que limpiar la alacena. Es decir, me dedique a sacar todos esos recipientes de plástico que uno nunca sabe cuándo los compró, ni porqué, algunos con tapa y otros que vaya a saber donde esta la tapa y nunca falta que encontrás las tapas pero no el taper, entonces tratás de hacer memoria a quién se lo prestaste.

Después de vaciar todo, llega la hora del lavado, con lo cual dos mesas no son suficientes para poner todas las cosas que hay, entre platos, fuentes, vasos, tazas, licuadora y no sé cuantas cosas más, cuando terminás de lavar te das cuenta que pasaste dos horas con esa tarea y todavía te falta secarlas y guardarlas.

Y justo ahí, tomás la firme decisión de tirar algo, pero qué, mirás los diez vasos de tu hijo con los personajes de moda desde que tenía dos años y pensás si le tiro alguno no se va dar cuenta, pero conociendo a tus hijos sabes que justo después de tirarlo te va a pedir tomar la leche en ese que hacer tres años no usa, entonces digo mejor tiro algún taper, pero como ya perdiste la cuenta de cuales son tuyos, cuales de tu hermana, cuales de tu mamá y cuales de tu suegra, preferís no tirar ninguno.

Luego, miras las dos mesas llenas de cosas y decís, cómo hago para que todo esto entre en tres estantes de cincuenta centímetros de largo, por suerte, en el secado se rompieron todos los platos de postre y hace dos días mi marido me rompió todas las fuentes para horno.

Y ahí amigos, es donde comienza el ingenio de apilar y ahorrar lugar, como los que pasan en la tele donde juegan a ver quién apila más rápido los vasos, fuente sobre fuente , vaso sobre vaso, todas la tapas al costado y listo mágicamente entro todo, increíble.

El problema, es que terminas toda sucia, cansada, te das un baño y cuando acordaste escuchas la voz de tu hijo que llega de la escuela y decís, no!!! como fue que paso toda la tarde y no pude hacer nada, para que me puse a limpiar esa bendita alacena, me duele todo, estoy cansada y perdí toda la tarde sin poder disfrutar de la tranquilidad de la casa sin los chicos.