Esta pregunta surge a veces en las reuniones de amigas, o cuando te consulta directamente la interesada su caso particular.
Cuando conocemos a alguien es muy raro que se muestre tal cual es en los primeros encuentros pero a los meses surge su verdadera personalidad, del mismo modo que nosotras ocultamos cosas en la primera cita, ¿cómo reconocerle que me gustaba desde hace años? o ¿ qué mis amigos me contaban de su vida en secreto para mantenerme informada? o de aquella vez que lo seguí silenciosa por la facultad para saber que materias cursaba, ni loca eso se lo cuento a los dos años de novios con suerte.
Bueno, cuando por fin se muestran como son conocemos sus defectos, esa cosas que hace que nosotras detestamos, estos tic que tiene, esas frases que usa siempre y a nosotras nos molestan terriblemente, pero nos decimos, hace poco que salimos con el tiempo le voy a decir lo que me molesta y va cambiar.
Pero no, después de cinco años de noviazgo y conociendo lo que nos molesta sigue igual, entonces nos decimos....cuando estemos casados y el no esté más en su casa con su mamá seguro que cambia.
Después de casarnos y con kilómetros de distancia de la madre, sigue igual, en ese instante con una voz totalmente cariñosa y maternal le decimos ....mi amor porque haces eso si sabes que me molesta o no digas esa frase que me pone de mal humor...¿qué te cuesta? hacelo por mí.
Es en ese momento mujeres que dejamos la pelota picando en el campo contrario, es decir, lo dejamos pensando y es su responsabilidad decidir si cambia algunos aspectos de su personalidad simplemente por amor a nosotras .
Expectantes esperamos los cambios, porque estamos seguras de nuestras armas, de nuestro poder y estamos convencidas que lograremos nuestro objetivo.
Pero no, nos volvimos a equivocar y no es que nuestro marido no nos quiera o que no intente cambiar, simplemente esta en su naturaleza aferrarse a su personalidad, ni siquiera haciendo una negociación yo cambio esto que te molesta y vos cambias esto otro que me molesta a mi, porque seamos sinceras si nosotros tenemos una lista de cosas que queremos que cambien, ellos tienen un cuaderno de completo de cosas que le molestan de nosotras y rara vez lo mencionan.
En verdad la negociación es una buena salida esto por aquello, el problema es que el pacto se rompe al poco tiempo y no son ellos los que rompen el armisticio somos nosotras, a las que les cuesta cambiar las cosas más que a ellos.
Así que como consejo amigas, los hombres no cambian, ni con los años, ni por la libreta de casamiento, ni por estar lejos de su madre y si ustedes basan su relación en una esperanza de cambio, ya les digo que cambien de hombre, porque el hombre en que quieren transformarlo no va a aparecer nunca. Algo positivo de esto, es darse cuenta a tiempo, tenerles paciencia y amor, y de última dejarlos tranquilo, porque si se enojan y pretenden que cambiemos la lista eterna de cosas que no le gustan de nosotras estamos fritas, mejor dejar las cosa así, quién dice a lo mejor cuando los dos seamos viejitos algo de todo lo que me molesta cambia.
Coincido en que no es imposible cambiarlos pero a nosotras tampoco
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