UNA NUEVA VIDA

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viernes, 30 de abril de 2010

RECUERDOS DE LA INUNDACIÓN

Hace unos años mi provincia y más específicamente la zonas cercanas a mi ciudad se vio afectada por un fenómeno natural desbastador, el setenta por ciento de mi ciudad quedo bajo agua, esta inundación dejo secuelas terribles en la población, a la perdida material y de vidas humanas sobrevino un fenómeno de depresión generalizado.
Para lo que todo lo perdieron, saliendo de su casa con lo puesto y el agua a la cintura, para los que se desencontraron de sus familias y pasaron días buscándolo sin saber si estaban vivos o muertos. Para los que perdieron un ser querido. Es algo muy difícil de sobrellevar, pero si a eso le agregamos la falta de justicia y la falta de apoyo psicológico y económico cuando regresaron a su hogar se hace imposible el volver a empezar.
En toda catástrofe se puede evidenciar lo mejor y lo peor de las personas, nosotros conocimos los dos rostro de la desgracia.
Los gobernantes no hicieron nada por estas personas, la mayoría pensando en las próxima elecciones guardaba las donaciones que llegaban para repartirla después a cambio de votos. Por otro lado miles de docentes, desinteresadamente se pusieron al hombro la situación y organizaron las escuelas como centro de evacuados brindándoles comida, abrigo, entretenimiento y apoyo.
A mi me toco estar de ese lado y así como yo hacia de todo desde seleccionar ropa, servir la comida, secarles la ropa lavada en mi propia casa, buscar películas para entretener a los chicos, creo que lo más importante que hice en ese momento fue escucharlos, sobre todo a aquellos que no salían de las aulas y se notaba que estaban peor. El rostro de esas personas los días que siguieron a la llegada del agua era terrible era como ver a un muerto en vida, la mirada perdida en el horizonte como buscando una respuesta, la tristeza eterna y una profunda desesperanza.
Creo que para todos los que colaboraron en esa época, maestros, porteros, enfermeros, doctores, militares, o simplemente personas con ganas de ayudar esta tragedia fue difícil de olvidar. En mi trabajo fue muy evidente el agotamiento y la depresión que se apodero de muchos profesores al pasar dos meses. A mí ,como a todos me afecto mucho, nunca pude olvidar esa mirada y el hablar pausado de estas personas como arrastrando la tristeza con las palabras.
Hoy es un día especial, perdonen que este escrito no sea como los demás, pero siempre para esta fecha el recuerdo y la impotencia ante la injusticia me pone mal, mañana será otro día ya verán.

3 comentarios:

  1. me siento muy identificada con esta entrada pero aclararía que no fue el fenómeno natural el que nos inundó sino la codicia y la negligencia de quienes debían pensar en una salida al problema y decidieron no hacer nada.

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  2. Cuanta ofensa, es fácil deprimirse leyendo esta bitácora.

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  3. no hice referencia a los culpables de esta tragedia porque todos lo saben y mencionan , lo que quise reflejar es mis sentimientos y recuerdos de esa época y destacar a las personas que colaboraron con total desinteres y quedaron de alguna forma afectados como las víctimas.

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