SE CASÓ MI ABUELA

Hola amigos, hoy quiero compartir con ustedes un acontecimiento familiar muy particular, se casó mi abuela, sí como lo leen, aunque parezca raro así fue, la semana estuvo de ajetreo y corridas, pero ayer por fin el día llegó.

Cuando comentaba a mis compañeras y amigas, en el almacén y en el kiosco que se casaba mi abuela, todos me miraban con asombro luego de escrutar mi cara para saber si no estaba bromeando, yo orgullosa repetía la frase, porque en tiempos donde todos evitan esa responsabilidad que ellos decidan afrontarla es digno de admiración.

Otros me preguntaban la edad de los contrayentes, para saber que no se trataba de una pareja con amplia diferencia de edad, sospechando algún interés económico detrás del acontecimiento, nada más lejos de estos dos enamorados que pasan los ochenta por varios años y cobran una magra jubilación y pensión.

No señores, ellos se casaron por amor, pero esta historia se remonta a muchos años atrás cuando ellos afrontaban una larga soledad y por casualidad se conocieron en el Club de los Abuelos. Ella siempre coqueta se preparaba durante horas, las cremas, las pestañas, las uñas, las pinturas, la ropa, no dejaba detalle sin revisar, ante los ojos pícaros de sus nietos que la seguíamos a todos lados para ver los preparativos. Una noche por la puerta, en pleno baile, entró el, todo un caballero y observando las bailarinas la eligió. Así comenzó el noviazgo donde el con sus sesenta ya cumplidos, recorría varias cuadras en bicicleta para verla y al llegar para agraciarla le regalaba un bombón.

Un día tomaron la desición y se fueron a vivir juntos, donde tuvieron que conocerse y comprenderse, donde pasaron problemas y enfermedades y con valentía las afrontaron, ayer dieron el sí, como si fuera la primera vez y al verlos tan orgullosos y nerviosos en el altar era un honor estar ahí y ser testigo del acepto de mi abuela y su novio, los de ayer, los de hoy, los de siempre, ojala que sí.