HISTORIAS DEL HOLOCAUSTO

Hola amigos, como ya saben me llegan muchos mails con historias interesantes, algunas de las cuales narro en estas entradas, hoy voy a contarles la historia de un argentino en la Alemania Nazi.

Siempre se habla de la participación argentina en cuanto a ocultar y dar nueva identidad a los jerarcas nazis como del apoyo de grupos nazis argentinos en la guerra o a través de atentados en este país a objetivos judíos, pero poco sabemos de aquellos que ayudaron a los judíos en el holocausto.

Esta es la historia de Adolfo Kaminsky, nacido en argentina en 1925, hijo de inmigrantes europeos, tiempo después su familia se trasladó a Francia, donde una tintorería de un pequeño pueblo, fue ahí donde descubrió por casualidad formas de escritura invisible, tratamientos para tela y técnicas para borrar tintas. Al avanzar los nazis contra Francia Kaminsky fue recluido con su padre en uno de los predios de donde salían los trenes,estuvo ahí tres meses, cuenta que parecía un manicomio, que el día antes de la partida llegaba el llanto de los que eran rapados la gente gritaba. El y su padre se salvan por la nacionalidad argentina, lo injusto de esta decisión afecto al joven de quince años, porque él y no los otros.

Se puso en contacto con la resistencia francesa, decidido a prestar ayuda, él y su padre comenzaron a falsificar documentos, hasta tener una fábrica clandestina que elaboraba quinientos documentos por semana.

Una vez debía copiar un millar de documentos para salvar la vida de al menos trescientos niños judíos, no durmió por tres días, hacía el siguiente calculo realizaba treinta documentos por hora, si se dormía una hora treinta personas morían.

En toral se estima que el joven Kaminsky salvo la vida de al menos tres mil judíos, su trabajo no solo se utilizó en Francia también llegó a Bélgica, Países Bajos.

Después de la guerra, trabajó para servicios secretos, para revolucionarios y combatientes de distintas partes del mundo, hasta que se retiró y tuvo una familia.

Una vez expresó :" Actué por convicción en apoyo a los pueblos víctimas de la opresión en nombre de la libertad y siguiendo lo que mi conciencia me dictaba".

La historia de este argentino que a los diecisiete años salvo a tantas personas de la muerte es narrada hoy en día por un libro escrito por su hija Sarah editado en francés y ahora traducido y publicado en la argentina se llama "Adolfo kaminsky, el falsificador".