EL PRIMER DÍA DE CLASES, RECUERDOS Y PRESENTE.

Hola amigos, mañana es el primer día de clases, esto me trajo muchos recuerdos y algunas comparaciones.

El primer día, como todo comienzo, tiene mucho de nerviosismo, incertidumbre, alegrías y tristezas; nervios, por no saber como será, incertidumbre, sobre lo que pasará, tendremos la misma maestra, estaremos en la misma aula, tendré los mismo compañeros; alegrías por estrenar las nuevas cosas que me compró mamá y tristezas por que las clases comienzan y las vacaciones se van.

Todos recuerdan algún primer día de clase, el guardapolvo duro por lo nuevo y por los productos que le puso mamá, para que se mantenga liso el mayor tiempo posible, el olor a nuevo de los útiles, los cuadernos, los lapices con la punta finita de fábrica que no hay saca punta en el mundo que logre que quede igual, las medias impecables y los zapatos nuevos que aprietan y sacan ampollas, la sonrisa de la señorita al recibirnos, las lágrimas de mamá al despedirnos, el peinado con gomina y colitas adornadas para que estemos lindos en la foto, el nuevo portafolio o mochila que tratamos con cuidado porque nos dijo mamá que tenía que durar todo el año y una sonrisa nerviosa por el nuevo despertar en la escuela.

Mi hijo, no es como Mafalda que ansiosa despierta a sus padres para que la lleven a la escuela, el considera que lo peor del año son los nueve meses de clases, no es que sea mal alumno, es excelente, pero no le gusta la escuela, ni la maestra, por más amorosa que sea, siempre tiene un defecto del cual él se queja; no le entusiasman las cosas nuevas, y protesta cuando le saco fotos, reconozco que esta madre orgullosa tiene una colección de fotos desde el materno en la misma pose, saliendo de casa, de espalda, de frente, en la vereda, en el frente de la escuela, en el frente del aula, al regreso de su primer día en la vereda y en la puerta de casa, un poco pesada la madre no?, pero desde los tres años ninguna de esta colección posee una foto en la que sonríe, cien fotos y ninguna sonrisa en su primer día. Tendré que resignarme, todas esas cosas que me gustaban del primer día de clases no logre transmitírselo a mi hijo, para él es el comienzo de la tortura y lo demuestra mientras les pongo el nombre a los veintiséis lapices contando de pasta, de escribir y de colores, a las doce fibras, a la goma, a la regla, a la cartuchera y sigo poniendo nombres, luego vienen las etiquetas de los siete cuadernos, las carátulas con todos los datos, la mochila que ahora tiene un lugar para colocar el nombre y mientras su madre, con toda la paciencia que le queda, hace todos esos deberes y espera que se seque el guardapolvo; el protesta, por el solo hecho de tener que acomodar la cartuchera, lo miro en silencio y no lo reto porque se que la protesta encierra algo más importante hoy es su ultimo día de vacaciones y lo ocupa en preparar los útiles que mañana utilizara en la escuela.

Tendré que comprender que a un hijo de docente, nieto de docente y sobrino de docente no le gusta la escuela, será que lo agotamos en las cenas familiares o tener tanta vigilancia en casa es peor que la escuela o a lo mejor esta tan cansado de escuchar docentes que la escuela es una amplificador de la casa para el pobre.

Bueno ahora quiero leer sus comentarios sobre el primer día de clase que recuerden.