Hola amigos, en esta parte del globo llamado tierra, las vacaciones están llegando a su fin y eso significa volver a la rutina, para los niños, la escuela y para nosotros, el trabajo normal.
Es extraño como nos sentimos esta última semana, parece que nos agotaron las vacaciones, o que no fueron lo suficientemente largas para recuperar energías, o será que esta semana por ser la última es la más agotadora.
Para mí, esta semana implica, lista de materiales del jardín, para el más pequeño y listas para el más grande. Lo que más me llama la atención es la cantidad de cosas que piden las maestras, desde plasticolas rojas de quinientos gramos, hasta toalla con elástico, lysoform, masitas, jugo, hasta papel higiénico, considerando las pocas horas que pasa en el jardín me pregunto para que esa variedad enorme de elementos, porque yo solo le nombre seis de las veinticinco que piden.
En cambio del mayor me asombra que le piden siete cuadernos de distintos colores de forros y tres clases de lapices de colores. Pero la mayor lucha que tengo con mi hijo es encontrar una mochila que le dure más de tres meses y un guardapolvo que le entre, porque aunque mi amorcito va a tercer grado mide más de un metro cincuenta, el año pasado ya parecía un médico, este año no se donde voy a conseguir uno que le entre; en cuanto a la mochila, con el padre ya probamos distintos materiales, ninguno soportó el maltrato por más de dos meses, con carro, la primera se rompió el primer día, la otra le duró dos semanas. Entonces, pago el doble del precio porque tiene carro y al tercer día tengo que sacarle el carro porque lo rompió, este año ya descarte el carrito, y elegí material fuerte espero que pase la primer semana.
Pero lo peor que tiene esta ultima semana es que mi hijo sabe que son sus últimos días de libertad y el mal humor va creciendo con los días, porque para él la escuela es lo peor que le pasa en el año y si a eso le sumamos que tiene que hacer la tarea de vacaciones, su mal humor se transforma en tristeza y enojo, que lo demuestra con cada actividad que su madre con toda la paciencia y amor que tiene le prepara, para no decir que tiene unas ganas de pegarle un coscorrón como la antigua escuela, puntero en mano.
Bueno, las vacaciones terminan, la vuelta al jardín, a la escuela y al trabajo es inevitable, solo falta hacerse a la idea y poner la mejor cara de felicidad para retornar a la actividad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario