EL TRADICIONAL ARMADO DEL ARBOLITO VERSIÓN FAMILIA DE SARA

Hola amigos, mientras de fondo escucho los acordes de la guitarra de mi marido practicando un bolero antiguo, me siento en ramonita a escribirles para contarles varias cosas.

Ayer, fue la despedida del año de las chicas del taller, me encantó la pasé bárbaro y hablamos de tantas cosas que me llevaría tres entradas contarles todo, pero era tan lindo el clima que el grupo parece que me conoce desde años y solo fui tres meses.

Una de las cosas que conté fue el armado del arbolito en casa, esta vieja tradición me gusta porque parece que desde que armas el arbolito los días pasan más rápido y cuando queres acordar las fiestas ya están acá. Pero, desde que tengo pequeños algo tan tradicional se transformó en una batalla y termino con los pelos de punta como las guirnaldas que adornan mi árbol.

Como aquí es día feriado, mis niños no tenían escuela, y desde la siesta me iban a despertar, recordándome cada cinco minutos que era él día en que armábamos el arbolito, el interés real no era el armado en sí, sino que ellos saben que ese día se pone la carta con el pedido de regalos a papá noel. Así, que luego de varias interrupciones decidí abandonar la siesta para dedicarme al armado del árbol en cuestión.

Bajé del armario las bolsas llenas de polvo y mientras mi hijo mayor ordenaba las ramas del árbol, le indique al más pequeño que sacara los adornos de la bolsa, no sé que entendió o si con ellos hay que ser más específicos en el lenguaje, pero el dio vuelta la bolsa y todos los adornos rodaron por el piso. En todo caso, sacó los adornos de la bolsa aunque no del modo usual.

Mientras yo juntaba el desparramo de bolitas adornos y demás y las iba ubicando en el árbol, mis dos ayudantes se pusieron a jugar al fútbol con los adornos y cuando lograba rescatar uno encontraban otro y seguían, a los gritos, como toda madre amorosa en un momento tan tradicional les dije, "tanto que querían armar el arbolito y lo estoy haciendo sola" en verdad ese comentario esta demás, si todos los años armo el árbol sola. En verdad, la única vez que recuerdo que me ayudaron mi hijo mayor estaba en el cochecito rodeado de bolas y me las iba tirando, yo las agarraba en aire y las ubicaba en el arbolito.

Pero les pedí, ilusa de mí , ayuda desenredando las guirnaldas y la lluvia, a los dos minutos uno corría con una guirnalda plateada enredada en el cuello alrededor de la mesa gritando que era un fantasma y el otro con una lluvia dorada y una guirnalda azul decía ser el casafantasma la persecución duro varios minutos, en este punto no sabía si reírme o lamentarme por la perdida de lluvia dorada y pedazos de guirnaldas que quedaban en el camino, porque cuando el cazafantasma que era el mayor atrapó al fantasma y lucharon en el piso ya poco quedaba de la decoración.

Por último, para terminar con este heeeermoso día tradicional, el reparador de luces, mi marido, que es la única función que cumple en este armado, estaba ocupado y no se me ocurrió mejor idea que probar las luces y cuando vi un foquito quemado lo toque, pensando que con un golpecito iba a funcionar, pero, no sé si se enojo el foco por el golpe o los otros en solidaridad me pegaron una patada eléctrica que el dedo me quedó morado y dolorido, las luces volaron por el aire y el grito alarmó al electricista que hacia preguntas como,¿por qué no saltó el disyuntor? ¿cómo vas a enchufar las luces descalza? todas preguntas de preocupación sobre mi estado de salud por supuesto, luego de media hora de mirar las luces me dijo este tramo no funciona ponelas así, que novedad que no funciona, si hace dos años que están igual y ahí mirando mi cara, me pregunta ¿estas bien? ¿hay tenés el dedo hinchado? y seguía pero también vos te vas a matar un día por estar descalza.

Bueno, así terminó este día tan tradicional y de unión familiar con mi hijo mayor escribiendo una carta de una carilla pidiendo todos los juguetes que ve en la televisión, más una play con el cd del mundial sudafrica 2010, aclarando por supuesto a papá noel que se porto muy bien este año y que tiene todo excelente y muy bueno en la libreta, reservó el último renglón para el pedido de su hermano, un robot, una autito y un muñeco payaso, que hasta el día de hoy no se que es, porque le pregunto es un inflable, no mamá es un muñeco, es un peluche , no me vuelve a decir es un muñeco, que será para él un muñeco, no tengo ni idea, pero que pidió no lo sé.