CAMBIOS DE AIRE, LA MENOR ESTA EN CASA

Hoy desperté con la noticia que mi hermanita, mi bebé llego desde lejos a pasar el fin de semana con nosotros, cada vez que viene parece querer ganar todo el tiempo que la distancia le roba con sus sobrinos y su familia, juega horas enteras sin parar a todo lo que sus sobrinos quieren, dividiéndose entre las demandas de uno y otro, de niñas jugabamos, hoy los encuentros se limitan a largas charlas.

Siempre le digo mi bebé porque es la menor y aunque solo le llevo cinco años, desde pequeña la adopte como una muñeca, la hacía dormir, le cantaba y cuando me enojaba y armaba mi valija para irme con solo siete años, lo único que me detenía era verla dormida en la cuna y no saber como iban a ser esos rasgos como crecería, no verla crecer era lo único que me hacía desarmar mi maleta y enfrentar mi enojo.

Quise mostrarle el mundo, enseñarle todo pero ella sola descubría las cosas, si aprendió a andar en bicicleta ella sola, hoy viene a renovar el aire de esta ciudad y mi humor en decadencia.

Su sonrisa, su tonada a otra provincia es lo bueno de verla y reírnos, solo verla me alegra, tenerla cerca, llenarla de preguntas sobre su trabajo, su vida , sus amigos, su ausencia me deja un vacío que las llamadas telefónicas no llenan, encima cada llamada es disputada por mis hijos que me arrebatan el teléfono para contarle todo, y pasa de manos en manos ante la risa del otro lado de la linea y todo lo que quería preguntarle se me borra de la mente y solo la dejo que hable para escuchar su voz.

La extraño tanto que es como si me faltara una pata de la mesa familiar, la otra siempre está, para escuchar, para retarme, para bancarme, para darme asilo en mis bajones, pero ella es otra cosa, es mi bebé y siempre lo será, hoy esta conmigo solo eso importa mañana cuando parta, será tan dolorosa la despedida como cada vez que nos llenamos el corazón de su presencia y luego en un minuto su ausencia vuelve y nos lleva tres días volver a la rutina sin pensar en ella. Pero hoy voy a llenar mi alma de sus risas y atesorarlas para tenerla cuando me sienta mal.