REFLEXIONANDO SOBRE LA GENTE DE LA CALLE Y LOS ANCIANOS

Hola amigos, hoy con la briza fresca de la mañana, mirando unas tenues nubes que apenas marcaban el cielo con sus trazos reflexionaba.
Hace una semana, veníamos con mis hijos de festejar reyes, con regalos, postre y todo. Al pasar por una calle de mi ciudad, mi hijo me preguntó ¿por qué el abuelito esta durmiendo en la puerta de la casa tapado con una manta?. Su pregunta como la mayoría de las que suelen hacer los niños me dejo sin habla, pero esta en particular mostraba el contraste entre un festejo con la realidad, algo duro de  incluso para un adulto, con mi marido nos miramos y le dijimos, el abuelito vive en la calle, a lo que siguió otra pregunta ¿que cuando sos viejito tu familia te deja durmiendo en la calle?  cuanta verdad en esa frase, pero contesté no, el abuelito no vive en esa casa, esa no es su familia. Mi hijo no quedó muy conforme con la respuesta, pero a mí me dejó mucho más confusa que él.
Entonces, reflexioné sobre dos temas, la gente que vive en la calle y que pasa con las personas cuando se hacen viejas.
En mi ciudad, no son muchas las personas que viven en la calle, pero eso no es cuestión de orgullo, no debería haber nadie. Hay personas que se ocupan de ellas, la municipalidad, que les da alimentos y abrigo en invierno e intenta llevarlas a hogares o lugares cálidos para dormir y un grupo de jóvenes que constantemente se preocupan por ellos, por su alimentación, si están enfermos, estos son solamente un grupo de solidarios que con ayuda de la población se encargan de esta tarea, también para las fiestas le acercaron pan dulce y otras cosas para que participen de la fiesta.
Pero me pregunto cómo llegaron a esa situación, no tienen familia. Solo conozco un caso, un médico perdió a su mujer y en ese momento dejo todo comenzando a vivir en la calle, deambulaba por una avenida cerca de casa, su hijo lo iba a buscar siempre tratando de que vuelva a su hogar, pero sin éxito, su vida se había terminado con la de su mujer.
Mi otra reflexión, es que pasa con las personas cuando se convierten en ancianos, yo creo que mucho tiene que ver con como educamos a nuestros hijos. porque si en nuestra vida fuimos padres golpeadores, poco afectivos, es probable que la relación con nuestros hijos no sea muy buena, he conocido amigas que han dejado de ver a sus padres y aunque el no podía valerse por si mismo, terminó sus días solo, el rencor se interpuso entre la humanidad de esa persona.
Por otro lado si uno fue un padre que le dio mucha importancia a la plata, sus hijos solo acuden a ellos para pedirle dinero y están esperando su muerte para dividirse los bienes e incluso discuten de ello estando aún vivos.
Pero si uno fue un padre que le enseñó valores a sus hijos e incluso le mostró con ejemplo como ser con los ancianos, como es mi caso, visitábamos a mis abuelos, todos los fines de semana, mi papá estaba ahí cada vez que necesitaban algo, los llevaba al médico, se ocupaba de que no le falten los remedios e incluso los acompañamos en sus últimos momentos y cuando uno se fue mantuvimos firme al otro para que no se vaya con ella, indicándole lo que tenía que hacer, lo importante que era para nosotros que siguiera con nosotros y lo hizo hasta los noventa años, cuando sus fuerzas flaqueaban y ya quería ir con ella, lo entendimos.
Hay una propaganda que siempre me entristeció mucho, dos ancianos sentados en la mesa, contando los segundos que los separaban del domingo donde verían a su familia.
Hoy que me toca ser padre, trato de que mis hijos, estén en contacto con sus abuelos todo el tiempo, cosa que muchas personas de mi generación no hacen, por problemas con los padres o los suegros o con su pareja, romper vínculos con la familia no tiene que afectar a los hijos, porque uno esta educando a futuros adultos y nunca sabe como se comportaran nuestros hijos con nosotros.

Espero que reflexionen conmigo, se que son dos temas díficiles de tratar, pero intenten expresar con palabras sus sentimientos como lo hago yo, en estas entradas.