MIENTRAS AMANECE
Cuando los sueños evaden mi mente,
para transformarse en perennes.
Cuando el rayo arremete valiente
contra las cortinas,
para posarse en mi frente.
Cuando el zorzal afina su trino
y empalaga mi oído.
Cuando unos pies descalzos
corren por el pasillo
aligerando el peso
de mi pequeño niño.
Yo escapo de morfeo
y llego al mundo de los vivos
mientras abro los ojos
y veo tu rostro dormido.
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