Hola amigos, estos días de lluvias nos abren la imaginación y creo que a mis hijos más, ayer se le ocurrió al más pequeño preguntarnos algunas cosas, estas charlas me encantan porque descubro el interior de mis hijos, su inocencia y como ven las cosas a su corta edad.
Mi perra estaba mal de la panza, entonces él me dijo: a ella le hace un ruido raro , pero a mi mamá, la panza me hace tuc tuc tuc tuc, no, le conteste eso es tu corazón.
A lo que todo serio él me dice: - mamá el corazón es cosa de nena, no de nene. Para aclarar las dudas de mi hijo tuve que improvisar una explicación del significado poético del corazón. El corazón, intentaba explicar, significa el amor, estar enamorado.
-¿Qué es estar enamorado?- pregunta él tratando de entender el tema.
- Es cuando te gusta una nena, te parece linda y cuando te acercas el corazón te late fuerte, ¿ te pasa eso con alguna nena? - Creo que no, contesta pensativo, ante esta respuesta padre y madre comienzan a interrogar al inocente niño, porque a diferencia de su hermano que se enamoraba cada dos meses de una distinta y se enteraba todo el jardín, abuelas, tíos y padres, el menor me salió discreto.
Le nombramos algunas compañeras y cuando llegamos a esa que nombra cada dos días, su respuesta fue, creo que de giuliana si, me gustan las colitas que usa en el pelo, como se le para el mechón del medio, sus cachetitos chiquitos, sus ojos y cuando me acerco el corazón me hace tuc tuc, ante esa descripción detallada de los rasgos de su compañera, era evidente que le gustaba, entonces el interrogatorio siguió, para saber si hubo algún acercamiento, la besaste a giuli, creo que si, preguntando después, ¿mamá estas enamorada de papá? , si contesta la madre notando que el interrogatorio cambiaba de manos,¿ le diste besos a papá?, si, pensativo el detective afirma: mamá estoy enamorado de la giuli.
Entonces, mi corazón latió muy fuerte, no por el papá, sino por el hijo, cuando nos damos cuenta del interior de esas personitas, que hace dos años teníamos en brazos, besábamos con ternura y lo mirábamos preguntándonos, como serán cuando crezcan, descubrir que su interior es simple y tierno como sus pensamientos y su exterior, nos sentimos plenas de amor, porque en esa simpleza y ternura esta todo lo que un hijo nos brinda y nos enseña de la vida, que el amor es simple y que se reduce a ver: sus colitas lindas, sus mejillas flacas, sus ojos, su mechón parado que escapa de las colitas y sentir que cuando nos acercamos el corazón late más fuerte y tenemos ganas de besarla. A eso tan sencillo se reduce el amor para mi niño.
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