Hola amigos, estos días estuve trabajando mucho y mis neuronas quedaban agotadas al llegar al teclado de la computadora, no podía escribir una palabra.
Hoy, tuve la tarde libre para descansar y las palabras fluyen con naturalidad, que este tranquila, me piden los médicos, que me tome las cosas con calma, si supieran que el mundo del trabajo es adrenalina y nada más, que las cosas cambian tan rápido, que no te podes terminar de adaptar, que te llaman en medio de una clase para resolver problemas, que no te incumbe solucionar, que no le importan si los chicos, los cambian de un lugar a otro sin consultar y ellos no pueden opinar.
Desde chicos les enseñamos, que hay alguien que manda y ellos deben respetar, que no se quejen, que es mejor la atención no llamar, ser un niño bueno, sin importarnos los demonios que afuera debe enfrentar.
Desde chicos les decimos que no pueden hablar, que la escuela es algo serio, eso en parte es verdad, pero hasta que punto la seriedad debe llegar.
Cuando alguien les dice que pueden hablar, opinar, consultar, se quedan callados, no saben si los engañan o si esta docente esta mal, es imposible en la escuela poder opinar con libertad, expresar lo que quieren, que les parece mal.
Acostumbrados al rigor prefieren callar. ¿Qué jóvenes formamos?, si no se pueden quejar, si en medio de este enredo los confundimos más, ellos callan y agachan la cabeza es mejor la atención no llamar.
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