DOS RELATOS PARA REFLEXIONAR

Hoy quiero hablarles de las contradicciones o diferencias entre las personas,específicamente dos hechos que me hicieron reflexionar sobre esta confrontación.

El primer hecho me llego por e-mail, era un relato sobre una competencia de carrera en las olimpíadas especiales. Hace algunos años un grupo de atletas con capacidades diferentes, como les gusta decir ahora, se disponían a competir en la carrera, cuando se da la señal de largada todos los competidores salen corriendo, excepto uno, que se cayó en la largada y se puso a llorar, uno a uno los demás competidores se fueron frenando y se daban vuelta al ver al compañero, todos volvieron a la posición de largada y tomándole del brazo al chico que lloraba le dijeron "ahora vas a salir primero" y todos tomados de la mano corrieron hasta la meta. De este relato podemos analizar varios puntos uno es la diferencia entre las personas, que corredor se detuvo cuando en las ultimas olimpíadas el atleta mejor posicionado se cayó a metros de la largada, ninguno. Evidentemente son personas con capacidades diferentes, pero me apena que sean las capacidades del corazón, porque nosotros en la competencia diaria por el dinero, el trabajo, el auto y todos esos bienes que son indispensables para la sociedad de hoy, en esa carrera no nos detenemos a ver el que queda llorando en la partida, mientras todos corremos sin mirar a nuestro lado siguiendo las metas de la sociedad el quedó ahí en la largada excluido de la sociedad y sin las necesidades básicas satisfechas. Tal vez deberíamos aprender de estos chicos y volver nuestra cabeza hacia aquellos que quedaron en la linea de largada.

El otro hecho que quería analizar con ustedes, es la contrariedad de la sociedad al momento de hace cumplir las normas. En una de las ciudades que visité, era una norma no fumar en las habitaciones del hotel, en los negocios no podías entrar con el cigarrillo encendido, ni hablar de comer en un comedor y fumar, no podías, comer, fumar, o tomar mate cerca de las piletas, no se podía nadar en las piletas, en concreto no se podía hacer casi nada. A mi lo que más me molestó fue lo del cigarrillo por supuesto, porque encima la ciudad era tan libre de tabaco que para conseguir un cigarrillo debías caminar cuadras y cuadras.

Y por esas cosas que tiene la gente sencilla de los pueblos para los que la distancias se miden de otra manera, cuando totalmente desorientada preguntabas por un kiosco te decían "ahí nomas" lo que equivalía en medidas normales a seis cuadras, o te decían "del super de la norma en frente al lado del telecentro", uno pensaría, con estas indicaciones no podes perderte, claro si supiera cual de todos los super es "el de la Norma".

Bueno, pero volviendo al tema de las contradicciones, en esta ciudad que prohibe entrar a un negocio con el cigarrillo prendido, las normas de transito están fuera de las prohibiciones, parada en una esquina se puede observar que el ochenta por ciento de la población se moviliza en motos, de ese porcentaje el 99,99 % no usa casco y el setenta por ciento es menor de edad, pero lo extraño es que la franja que más usaba este vehículo para movilizarse en pleno centro de la ciudad eran menores de doce años.

Entonces, reflexione con mi orgullo herido porque me hicieron salir del negocio por el cigarrillo, es decir mi reflexión no va a ser muy justa, para estas personas es importante no morir de cancer de pulmón, pero no les importa si su hijo de diez años muere de un choque en motocicleta o si muere el mismo en un accidente por no usar casco, dije que no iba a ser muy equitativa mi reflexión, pero no es parece raro que un funcionario público se interese tanto por una ciudad libre de tabaco y no le de la menor importancia al peligro de los accidentes, a mi me parece muy extraño.