SOCORRO ADOLESCENTE

Hola, hoy quiero hablar de ellos mis queridos adolescentes, dicen que la palabra viene de adolescer, que duele, ahora no se si se refiere que a ellos les duele o a los padres esta etapa es la que más le duele.

Hay innumerables textos que hablan de los cambios físicos, psicológicos y sexuales que sufre el adolescente, justificando su comportamiento, debo reconocer que es cierto, los cambios que sufren en esta etapa son tantos que entiendo que les cueste llevarse bien hasta consigo mismo.

Pero pregunto:¿por qué si están tan confundidos no recurren a sus padres? ya sé, me dirán los especialistas, que esta etapa coincide con un rompimiento de ataduras con los padres como símbolo de una primera madurez, pero no resultaría más fácil si compartieran sus problemas con los padres y no con sus amigotes que muchas veces en lugar de ayudarlos los confunden más.

Los padres, están tan confundidos como ellos, no entienden porque su hijo que hace dos años era abanderado de la primaria hoy se lleva siete materias, porque si era tan dócil y comunicativo, de golpe se encierra en su pieza a escuchar esa música horrible, que nunca había escuchado, porque de pronto sale y no dice adonde va o con quién y llega a cualquier hora, entonces cuando uno le dice algo es motivo de discusión y cualquier limite es para ellos una locura de los padres.

A veces los profesores, escuchan y aconsejan, por eso recurren a ellos, son el lazo entre los padres y los amigos que les faltaba, ya sé, son pocos los profes así, me consta porque soy uno de ellos y sé el concepto que tengo con mis compañeras de trabajo por tener ese tipo de relación, pero les aseguro que es mejor escuchar al profesor que a los amigos, el tiene la experiencia de los años y puede hablarles como un igual, comprende su lenguaje y sus dudas, sus temores y sus ambiciones, pero aunque aconseja, debe tratar de ayudar a unir ese abismo que parece haber entre padres e hijos.

La sensación de los padres es que un desconocido se ha apoderado de sus hijos, que no saben como hablarles sin que se enojen, que saben que tienen que ponerles límites, pero les da miedo aumentar la distancia con sus hijos, tienen miedo de las drogas, de las primeras experiencias sexuales, de los amigos raros que los lleven por mal camino, tienen miedo de todo y lo único que pueden hacer para ayudarlos es hablarles, pero por cosas del destino esta es la etapa en la que los hijos tienen menos ganas de escuchar a los padres, sin embargo es la única forma de estar tranquilos. Así que papis, los sientan en una silla, si es necesario lo atan, le dan todas las recomendaciones que quieran, les dicen como cuidarse, les dicen porque no tiene que juntarse con ese amigote, porque tiene que decir a donde va, porque tiene que volver a horario y porque tiene que estudiar, después si quieren lo sueltan o lo dejan un rato más reflexionando.

Ya sé, no es muy pedagógico el sistema, y no estoy aplicando los cinco años de psicología adolescente que estudié, pero a veces los métodos antiguos son mas efectivos que los actuales de la libertad y responsabilidad de los adolescente.

A mí, debo decir todavía esta experiencia no me tocó, pero a veces creo que el más grande es un adolescente adelantado por las contestaciones y las actitudes que tiene.

Pero basada en la experiencia como docente y la de algunas amigas, me decidí a escribir sobre este tema. Espero que les ayuden los consejos o que al menos se sientan identificados, así se dan cuenta que no son los únicos padres totalmente desorientados.