LAS COSAS QUE HACEMOS CUANDO ESTAMOS DEPRIMIDOS

Hola, hoy quería hablarles de esos momentos donde las mujeres nos sentimos deprimidas, hablo de las mujeres aunque soy consciente que los hombres también se deprimen, pero las cosas que hacen no son las mismas que hacemos, nosotras.
Primero, salimos de compras, después de entrar a diez tiendas y probarnos ropa, terminamos sintiéndonos peor, porque no nos entra nada y la chica que atiende nos dice solo tenemos talle s, como diciendo solo vendemos ropa para adolescentes esqueléticas, y ahí totalmente desilusionada, salimos sintiéndonos una gorda triste, aunque en verdad es que no hay ropa para personas que no sean talle normal, o la que hay es de viejas.
Entonces nos vamos a la peluquería y le decimos quiero un cambio de look, que entiende las peluqueras por cambio de look, en verdad no lo sé, pero salimos con el pelo recortito, teñido de un color raro y con un peinado todo parado, al llegar a casa y mirarnos en el espejo, extrañamos nuestro pelo largo y la angustia vuelve, porque nos decimos como voy a salir a la calle así. Y ahí nos metemos a la cama con todo lo que tenemos en la heladera, nos comemos todo y nos miramos esas novelas horribles que nos hacen pensar que el mundo es feliz y nosotros somos extraterrestre por no saber como ser como la chica protagonista que enamora al galán millonario.
En ese momento decidimos llamar a nuestras amigas, que a diferencia de nosotros están ocupadas y queremos contarle la historia de nuestra vida, pero ellas muy amablemente nos dicen te llamo el fin de semana, pero si yo quiero que me escuches ahora, al cortar nos sentimos más sola que el gato, ya no sabemos a quien molestar, así que decidimos levantarnos a hacer algo, con energía decimos voy a limpiar, pero no se nos ocurre mejor cosa que poner música, primero bailamos contenta mientras pasamos el plumero, pero resulta que el compac termina con los mejores lentos del siglo y ahí, bailando solas, nos prendemos un pucho, recordando nuestros amores pasados y terminamos llorando y sin ganas de nada, y nos preguntamos, porqué mi existencia es tan triste, que pregunta tonta, la existencia es solo eso, lo que la hace triste es nuestra cabeza y nuestra forma de sentir, nuestro estado de animo, nada más.
Después de este largo recorrido para levantarnos el ánimo, terminamos cansadas, solas, tristes, angustiadas en la cama y sin respuesta a nuestras preguntas, algunas en ese momento antes de pegarnos un tiro, llamamos al psicólogo, otras más vivas deciden llamar a una expareja para pasar la noche, alguna de las dos termina bien la noche adivinen ustedes cuál es.