Como dice Maitena escoba nueva barre mejor, uno siempre recuerda el primer día de trabajo, estaba encantada con las personas, todas parecían encantadoras y buena gente a lo largo de los años aprendés a conocer las personas y te das cuenta que solo el veinte por ciento de las personas de tu trabajo, valen la pena conocerlas y que tu lugar de trabajo lejos de ser un ámbito encantadador tiene más problemas edilicios que una casa de cien años de antigüedad.
Conocer a la suegra, es otro de los temas en los que nos equivocamos, ella nos estudia como ratón de laboratorio, nos observa, nos hace preguntas casuales que de casuales no tienen nada, entonces te parece amorosa y comprensiva, concepto que con los años y luego de llevarnos a su bebé preferido, cambiamos totalmente.
Cuando nos mudamos, los vecinos vienen a presentarse, se ofrecen si necesitas algo y te saludan muy efusivamente, después de vivir unos años resulta que todos están peleados no se hablan, ni se saludan, y te das cuenta que a la única que hablan en la cuadra es a vos, esto puede ser porque yo escucho todos los comentarios de unos contra otros pero no tomo partido por ninguno escucho, digo: ah!... mira vos, sigo mi camino, saludo y hablo con todos, soy bastante sociable y como me gusta ayudar a la gente, siempre que un vecino esta en la mala, le doy una mano como puedo, aunque tenga que comprar una torta semi-cruda, o aritos que nunca uso.
En verdad. a diferencia de Maitena los primeros días del colegio de mis hijos, nunca me parecieron buenos, siempre tuve que esperar unos meses, para estudiar el aprendizaje y trato que tiene la maestra para tener una opinión buena sobre el colegio.
Para terminar, la primera vez que conocemos un hombre, lo único que vemos es lo perfecto que es y comparamos incocientemente con nuestras conquistas anteriores, su rostro, su voz, su forma de besar, su conversación, en todo es mejor que el anterior, lo que pasa es que tanto él como nosotras nunca mostramos nuestra verdadera cara ni nuestros defectos en la primeras citas.
Es cierto amigos, siempre que conocemos a las personas nos parecen buenas y sinceras, aunque después nos muestren su verdadera personalidad, pero es lindo el sentimiento, la sensación de lo nuevo, el olor, el deslumbramiento y pensar en lo idílico de esa primera vez, que todo va a ser así para siempre, eso creo yo es lo mejor de este momento, esa inocencia de creer que lo bueno dura para siempre.
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