Cuando mi hijo iba al materno le encantaba, para él era un lugar interesante y con muchas actividades. Pero cuando comenzó el jardín de infantes no quería ir y las cuatro cuadras que me separaban del jardín las hacia protestando y la vuelta era un listado de quejas sobre la maestra, lo que hicieron,etc.
En esas caminatas fue donde me hizo la pregunta por primera vez ¿por qué hay que ir a la escuela? como se imaginarán mi respuesta adaptada a un niño de cuatro años fue básicamente.. que en la escuela aprendíamos muchas cosas, que descubríamos lo que eran las formas, las letras, los números... a lo que mi hijo contestó luego de meditarlo... si yo a todo eso ya lo sé. Era cierto, pero que hacer con estos pequeños cerebros que en casa acostumbramos a jugar e incentivarlos con muchos juegos didácticos y contestarle o enseñarle todo lo que nos piden, cuando luego la escuela les resulta inútil a su modo de ver.
Cuando leí esta tira de frato, me pareció estar viendo a mi hijo, pero por ningún motivo iba a reconocerle que tenía razón. A la sala de cinco practicamente lo llevaba a empujones y ante las quejas al regreso de que... la maestra era una bruja gritona y que no iba a ir más a la escuela..., yo le decía: " te faltan siete años de primaria, cinco de secundaria y seis de universidad, así que anda haciéndote a la idea que vas a seguir yendo a la escuela" toda una madre comprensiva y amorosa como se habrán dado cuenta.
Pero que nos queda por hacer, yo recuerdo las tiras de mafalda donde decía: mi educación termino el día que empecé la escuela. Reconozco que en muchas cosas las escuelas han sido desbordadas por un avance televisivo e informático, que prepara a nuestros chicos en cosas que ante solamente eran responsabilidad de la escuela y nuestros hijos están llenos de esa información además si en la casa los apoyamos y contestamos sus preguntas y los animamos a seguir con sus investigaciones, cuando ingresan a la institución con un caudal de aprendizaje e información que esta muy lejos de "mi mamá me mima", les resulta totalmente inútil y aburrida. Como diría tonucci " la misión de la escuela ya no es enseñar cosas, eso lo hacen mejor la tv o la internet".
Por suerte mi hijo cuando fue a a primaria tuvo una buena maestra que partía de los conocimientos de los alumnos y desde ahí avanzaba, aunque en algunas cosa tenía un método tradicional como la forma de hacer las letras. Era una tortura, porque mi hijo no entendía porque tenía que hacer la "A" de la forma que indicaba el libro, primero el círculo y después la patita,..." si a mi me queda igual y lo hago al revés, que importa si no sigo la flecha", se me terminaban los argumentos y cuando llegamos a la zeta a fin de año, le dije hacela como quieras.
Como verán aún no se como contestarle a mi hijo la pregunta, se genera un debate y me deja sin respuesta, entonces recurro a la autoridad materna y le digo no me importa lo que pienses tenés que ir a la escuela y se terminó.
Pero coincido con Frato en que lamisión de la escuela ya no es enseñar cosas sino que debe ser un lugar donde los chicos aprendan a manejar y usar las nuevas tecnologías, ademas de aprender a cooperar y trabajar en equipo.
este articulo esta bueno, porque muestra que el aula es un mar de diversidad, donde hay padres que le compran jugetes didacticos, se interesan por estimularlos, darles informacion y alimentales la creatividad.
ResponderEliminary hay padres que le enseñan a usar rifles de aire comprimido, que sepan quien es el chicho serna, que se crien "ala que te criaste" en la calle, moliendo a palos a perros, jugando al futbol y experimentando con petardos y ranas. una especie de "universidad de la calle", o en todo caso una escuela primaria de la calle.
a lo que voy, es que la escuela tiene que vivir con las diferencias, y siempre nivela para abajo cosa de no dejar a nadie afuera.