La época de las reuniones familiares son un problema para mí, aunque no siempre fue así cuando era chica con mis hermanas esperábamos ansiosas las reuniones nos encantaba encontrarnos con tanta gente, sobre todo porque en casa se hacían reuniones por todo, venían tíos, primos, abuelos, parientes lejanos, eramos como treinta o más, si caía una prima con novio nuevo le hacían bromas, siempre había baile, música, charlas a los gritos desde una punta a otra de la mesa y las sobremesas duraban horas, nosotros jugábamos, bailábamos y no queríamos acostarnos nunca.A la única que no le gustaban las reuniones era a mi mamá, los preparativos la volvían loca, limpiaba, cocinaba un montón, nos gritaba.." que esperan para bañarse... no no te pongas ese vestido... te preparé el otro" y le preguntaba a mi papá cuantos son, no sé decía, porque sabía que si le daba la cifra exacta, los nervios iban a aumentar hasta las nubes. Cuando iba llegando la gente, controlaba la comida, preparaba la mesa. Pero todo se acabó cuando mi papá enfermó, y nosotros empezamos a extrañar las fiestas numerosas.Aunque seguimos reuníendonos, pero en menor cantidad, siempre fuimos muy unidos y celebramos todo, cuando fuimos más grande las bromas se la hacían a nuestros novios, los ponían tan incómodos que querían irse, si hasta mi marido cuando lo invité a la segunda reunión, no se animaba a entrar y preguntaba quién estaba, tuve que asegurarle que estaban todos mis amigos y que lo iba a sentar lejos de mi familia para que entre.Siempre le llamo la atención la cantidad de veces que nos reuníamos, solía decir ustedes celebran hasta el cumpleaños del perro, cualquier motivo es bueno para hacer una joda. Ahora que hace más de quince años que nos conoce le encantan las fiestas y cuando no puede ir por el trabajo se lamenta mucho.Yo creo que las reuniones familiares empezaron a ser un problema cuando me case, me costaba acostumbrarme a las reuniones con la familia de mi marido, porque son muy distintos, tienen otras costumbres y yo extrañaba, los gritos, el que hablen todos a la vez, los bailes, más que nada extrañaba a mi familia.Otro motivo que me pone mal es cuando me toca a mí la organización, me pongo loca y me parezco a mi vieja, limpiando, cocinando y mis hijos que al igual que a mi hermana y a mi, les encanta la joda, se ponen insoportables, lo que aumenta mi locura que contrasta con la total tranquilidad de mi marido, que se toma todo con naturalidad.Ahora entiendo porque mi mamá reaccionaba así, pero por más que me ponga muy nerviosa organizar una fiesta, calcular la comida, la bebida, que todos estén cómodos, que la pasen bien, me siguen gustando las fiestas numerosas y disfruto escuchar que hablen todos juntos o que se crucen conversaciones, bailar y más que nada ver las caras de mis seres queridos felices,por más que termine agotada y con poca energía para el baile.
Este blog refleja las vivencias de una mujer casada con hijos, de 35 años, que ha pasado por momentos difíciles y hoy puede tomarse las cosa con humor, por eso algunos escritos son cómicos y otros no.
UNA NUEVA VIDA
MI NUEVO BLOG
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HOLA AMIGOS ESTE ES EL NUEVO BLOG AL QUE ME INVITARON A PARTICIPAR. SON CINCO MUJERES QUE ESCRIBEN PARA UNA REVISTA Y EN ESTE BLOG DEBATEN Y OPINAN SOBRE LAS NOTAS DE SUS COMPAÑERAS. CADA UNA TIENE UN PUNTO DE VISTA. LIHUE, MÍSTICA. LUCRECIA, SEXO. MILENA, MITOLOGÍA E HISTORIA. MARÍA, RELIGIÓN Y YO PARTICIPO COMO ANDREA UNA MUJER COMÚN. ESPERO LES GUSTE.SOLO DEBEN HACER CLIK EN EL NOMBRE. CINCO VOCES EN LA MESA.
sábado, 3 de abril de 2010
LAS REUNIONES FAMILIARES
La época de las reuniones familiares son un problema para mí, aunque no siempre fue así cuando era chica con mis hermanas esperábamos ansiosas las reuniones nos encantaba encontrarnos con tanta gente, sobre todo porque en casa se hacían reuniones por todo, venían tíos, primos, abuelos, parientes lejanos, eramos como treinta o más, si caía una prima con novio nuevo le hacían bromas, siempre había baile, música, charlas a los gritos desde una punta a otra de la mesa y las sobremesas duraban horas, nosotros jugábamos, bailábamos y no queríamos acostarnos nunca.A la única que no le gustaban las reuniones era a mi mamá, los preparativos la volvían loca, limpiaba, cocinaba un montón, nos gritaba.." que esperan para bañarse... no no te pongas ese vestido... te preparé el otro" y le preguntaba a mi papá cuantos son, no sé decía, porque sabía que si le daba la cifra exacta, los nervios iban a aumentar hasta las nubes. Cuando iba llegando la gente, controlaba la comida, preparaba la mesa. Pero todo se acabó cuando mi papá enfermó, y nosotros empezamos a extrañar las fiestas numerosas.Aunque seguimos reuníendonos, pero en menor cantidad, siempre fuimos muy unidos y celebramos todo, cuando fuimos más grande las bromas se la hacían a nuestros novios, los ponían tan incómodos que querían irse, si hasta mi marido cuando lo invité a la segunda reunión, no se animaba a entrar y preguntaba quién estaba, tuve que asegurarle que estaban todos mis amigos y que lo iba a sentar lejos de mi familia para que entre.Siempre le llamo la atención la cantidad de veces que nos reuníamos, solía decir ustedes celebran hasta el cumpleaños del perro, cualquier motivo es bueno para hacer una joda. Ahora que hace más de quince años que nos conoce le encantan las fiestas y cuando no puede ir por el trabajo se lamenta mucho.Yo creo que las reuniones familiares empezaron a ser un problema cuando me case, me costaba acostumbrarme a las reuniones con la familia de mi marido, porque son muy distintos, tienen otras costumbres y yo extrañaba, los gritos, el que hablen todos a la vez, los bailes, más que nada extrañaba a mi familia.Otro motivo que me pone mal es cuando me toca a mí la organización, me pongo loca y me parezco a mi vieja, limpiando, cocinando y mis hijos que al igual que a mi hermana y a mi, les encanta la joda, se ponen insoportables, lo que aumenta mi locura que contrasta con la total tranquilidad de mi marido, que se toma todo con naturalidad.Ahora entiendo porque mi mamá reaccionaba así, pero por más que me ponga muy nerviosa organizar una fiesta, calcular la comida, la bebida, que todos estén cómodos, que la pasen bien, me siguen gustando las fiestas numerosas y disfruto escuchar que hablen todos juntos o que se crucen conversaciones, bailar y más que nada ver las caras de mis seres queridos felices,por más que termine agotada y con poca energía para el baile.
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ay negrita yo más que vos extraño las reuniones y como sabrás cada vez se me hace más dificil ir. Pero que hermosos recuerdos plasmaste en este lugar...me hiciste recordar tantas cosas... Gracias che
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