CUANDO EXTRAÑAMOS A ALGUIEN

Hola  amigos, lamento mi ausencia, a veces necesito recuperar energías para volver al blog. Hoy quería hablarles de cuando extrañamos a alguien.
No sé si les habrá pasado pero a veces cuando nos separamos por un tiempo de una persona, comenzamos a recordar cada momento, cada mirada, cada palabra, su sonrisa, su cara, esos gestos y ocasiones que en lo cotidiano pasan desapercibidos y en la distancia toman significados indescriptibles.
Nos encontramos extrañando las cosas simples, un momento tomando mates con charla compartida, una sobremesa donde las palabras surgen entre los dos y hablamos desde historia, anécdotas de la vida, hasta política y filosofía.
Recordamos los momentos más íntimos  las caricias en la cara, la mirada tierna, sus manos acariciando nuestro pelo, recorriendo nuestro brazo, sus besos en la mejilla y todo eso que implica el amor verdadero entre dos personas.
La soledad parece encender en nuestra alma imágenes extrañas, que pasan en nuestra mente como retazos de películas, pero son nuestra vida puesta en otra perspectiva, en una que dimensiona la compañía y el amor como lo más importante a la hora de repasar los hechos antes cotidianos.
Extrañar a alguien es un dolor en el pecho, una aguja en la cabeza, un corazón en fuego, un cuerpo seco, una mirada al vacío, un cielo sin estrellas, un sol oculto tras las nubes, un pájaro que no canta, una mariposa que detiene su vuelo, un árbol sin hojas, una calle desierta, una flor marchita como nuestra alma, que busca desesperada el agua del reencuentro para volver a vivir de nuevo.