Hoy quiero contarles porque empecé con esta nueva actividad en mi vida.
Después de haber estudiado seis años abogacía, ejercer en distintos ámbitos, desde tribunales, hasta con martilleros, abogados penalistas y sola, hasta que me di cuenta que no me gustaba ejercer, cosa que yo sabía desde antes de recibirme, pero me costo que mi familia lo entendiera, así que aproveche el casamiento y la distancia para finalmente dar lo noticia de que la abogacía no era lo mío. Ahí comenzó mi carrera como docente y estuve cinco años estudiando para perfeccionarme como profesora, al término de dos posgrados, me di cuenta que si bien el trabajo con los chicos en el aula me encantaba, las instituciones me enfermaban, no podía lidiar con la hipocrecía, la mentira, la falsedad y sobre todo con la sobrecarga que implica formar parte de una institución.
Fruto de una crisis depresiva y de edad ( a los 35 nos plantemos muchas cosas) quería saber que es lo que más me gustaba hacer, entonces hice una lista de profesiones y entre diez, aunque no lo crean abogada y docente figuraban últimas. En primer lugar estaba ser escritora y si bien desde chica escribo poemas, profesión que retomo en cada crisis depresiva, es así que se me dio por escribir otras cosas porque me di cuenta que cada vez que hablaba de mi vida con alguien, por más que contara algo dramático lo hacia de una forma que le causaba mucha risa.
Por eso fue que creé este blog, para saber la opinión de la gente, que tienen de común con mi vida y mis relatos y como me va con esta nueva profesión.
Dicen que la tercera es la vencida, espero que eso se aplique también a las profesiones. Bueno escriban y cuentenme: ¿Qué les parece este blog? ¿Cómo voy?
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