Mi mamá es una persona muy especial, es mi karma, lo raro es que lo descubrí el mismo día que iba a ser madre. Cuando pedí turno al ginecólogo, ella que tenía un turno tres horas antes que yo, espió la lista y dijo: " voy a hacer abuela" y antes que yo le diera la noticia llamo a todos mis parientes para avisarle, quitando me la posibilidad de dar la feliz noticia a mí.
Ahí empezó todo, quería estar metida en todos los aspectos de mi embarazo, cuando me hice la ecografía no la deje ir, pero tuve que grabarla y ella fue la primera en verla, y enterarse que era varón, noticia que desparramo también a toda la familia antes que yo.
La primera ropa que tuvo mi hijo se lo regaló ella, pero eso no es nada, el día del parto estaba en su casa y tuve que fingir que no pasaba nada y disimular las visitas al medico, fueron cuatro en un día, cuando me interné fue la última en enterarse, cosa que no me perdonó nunca. Pero mi tranquilidad era más importante en ese momento que su enojo, cuando su cara asomó en la puerta de la pieza, le dije a mi hermana llevatela no quiero verla, nació mi hijo precioso, y al llegar a la habitación ella lo tenía en brazos, no se si todas las abuelas se comportan de la misma manera pero para mí ella es mi karma especial.
Ahí con mi hijo tomando el pecho reflexioné: ¿que tipo de madre quiero ser?
Entonces es inevitable hacer una revisión de nuestros padres y aquellos que hasta ese momento eran nuestros dioses, los mejores padres del mundo, comienzan ante nuestros ojos a convertirse en hombres de carne y hueso, con los errores y los aciertos que eso implica y caen a nuestros pies como ídolos de barro.En ese momento queremos diferenciarnos de ellos tratando de no cometer los mismos errores que a nuestro entender ellos tuvieron.
Si bien es una fase necesaria para crecer como personas y cometer nuestros propios errores, no deja de ser dolorosa,dejando muchas víctimas en el camino.
Por supuesto que mi querida madre no entendía nada y para ser sincera mi suegra tampoco, tenía que explicarle cien veces como acostar al bebé, que no debían darle agua, ni ponerle talco, y que mi hijo tomaba todo el tiempo la leche y eso era normal, que mi leche no era inservible, que no se quedaba con hambre. y a cada recomendación respondían " yo lo hacía distinto, crié tres hijas así y ninguna se murió". La otra decía "como que no hay que darle agua, ni la sangre del bifecito yo tuve ocho hijos y nunca tuvieron problemas" y las dos decían "los médicos no saben nada", tirando por tierra mi autoridad y la del médico, que estudió para eso, debía controlarlas porque cuando me descuidaba lo acostaban a su modo o estaban dándole agua o un hueso para que chupe.
Bueno ahí empezó el karma con mi mamá y aunque odio que me digan que somos iguales , se que en muchas cosas nos parecemos y otras trato de que no, pero solo son aquellas que considero no quiero repetir con mis hijos, así como ella nos educó tratando de no ser igual que su madre.
Así que traten de hacer las cosas a su modo, por más que todos le digan que se equivocan, eviten el cuidado de las abuelas a los nietos, o controlen en todo caso , que se cumplan sus directivas, no darle te a los niños ante dolor de barriga, no llevarlo a curanderas porque no duerme,al único que hay que oír y consultar es al médico (vecinas y abuelas abstenerse). Y ante todo paciencia y amor en este momento lo necesitamos más que con nuestros hijos con sus abuelas.
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