Hoy reflexionaba, vamos al psicólogo para resolver nuestros conflictos, pero cuando salimos tenemos la impresión de que lo que nosotros pensábamos que eran problemas resulta que no lo son y algo que no imaginábamos es un gran problema que lo tenemos oculto en el inconsciente.
Después de casi cinco años de terapia y de varios psicólogos, uno cree tener resuelto algo, pero no, entonces descubre que los padres son los culpables de nuestra extraña existencia actual, después pasa a ser el marido y los hijos los culpables de nuestra ira retenida o un mandato familiar oculto, con tantos rollos yo pienso como vladdo, necesito fuerzas especiales para resolver mis conflictos internos.
Lo peor, es que cuando creo que me van a dar el alta, surge algo y tengo para un año más, encima si por casualidad tenés que cambiar de psicólogo, es un volver a empezar, y ahí es donde tengo que aclarar, no mira eso ya intentó cambiarlo el anterior, eso no se puede porque después de varias sesiones te vas a dar cuenta que cambiar a mi vieja es imposible y vas a terminar diciéndome que tengo que reaccionar distinto yo, se acumulan las aclaraciones y a la tercer sesión recién podemos comenzar la terapia.
Después de tantos años, el otro día en la sala de espera me cruce con una paciente nueva y me contaba sus problemas, medicaciones e internaciones, entonces le dije a mi psicólogo un resumen de los problemas de su nueva paciente y entre risas me decía que me iba a utilizar como asistente de psicología. Yo creo que lo mío es algo natural, estoy en una biblioteca y la bibliotecaria me pregunta sobre que se trata uno u otro libro y si puede recomendarlo a una adolescente, estoy en un vídeo y la que atiende me pregunta que tal es esta película o te parece que compre esta otra, estoy en un negocio y me preguntan es buena esta remera, te parece que este pañuelo pueda usarlo así, alguien que vende productos por catalogo me pregunta a mí que tal es este perfume, esta crema para que es. Yo creo que a estas alturas tendría que tener el titulo de consultora universal, porque no entiendo que alguien que se dedique a eso confíe más en mis opiniones que en su habilidad, mi marido que siempre llega de casualidad cuando estoy respondiendo estas preguntas no lo puede creer, porque siempre te preguntan a vos todo, que se yo, si supiera, cobraría, pero no lo sé, esta bien reconozco que suelo hablar hasta con los perros, y siempre que voy a un lugar termino hablando con la que atiende, entonces me conocen todos y como saben que leo mucho o que se de películas o ropa o perfumes, me preguntan, ahora que una psicótica me tome por consultor psicológico eso en verdad me asombra, aunque a mi terapeuta no, según el tengo empatía natural con las personas y se lo que buscan, lo que quieren, lo que piensan y quieren escuchar.
Bueno, como verán puedo solucionar los problemas e inquietudes de los demás, menos mis propios conflictos, pero estoy segura que con diez años más de terapia por fin voy a lograr que me den el alta, mientras tendré que seguir yendo una vez por semana.
Bueno Sara, creo que eso es de lo más normal. Siempre nos resultan más llevaderos los problemas de los demás, y vemos muchas más salidas que en los nuestros. Esto es el dilema de la vida, yo creo que te voy a dar la razón en que nos parecemos ehhh, pero ya me estoy asustando de las muchas coincidencias que encuentro!!! jajajajja Un saludo
ResponderEliminargracias marta, te dije que eramos muy parecidas, solo nos separa un océano y nada más, pero si estuvieras conmigo creo que sería genial compartir con vos todas las experiencias de mi vida, aunque pensandolo bien ya lo hacemos por blog y comentarios, besos guapa.
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