Hablaban de la guerra de solteros contra casados.¿será cierto este enfrentamiento?. Dicen que las casadas miramos a las solteras como para tirarnos encima de ellas y arrancarle los pelos, a veces cuando son amigas nuestras las miramos con lastima, a veces con temor , como si fueran a sacarnos nuestros maridos y aveces con envidia porque están viviendo una vida que nosotros no podemos vivir.
Soy consciente que he mirado a mis amigas con lastima, he intentado presentarles amigos, he pensado cuando podrá realizarse como esposa, pero ¿necesitan eso?, no lo sé, debería pensar si el casamiento es una forma de realizarse o de esclavizarse, en verdad no se si lo necesitan porque cada vez hay más mujeres solteras que se sienten bien viviendo solas, sin tener que lidiar con alguien que les recrimine una ropa en el sofá o a que hora va a comer, comen cuando quieren visten como quieren, salen las veces que quieren y tiene un montón de amigos que se reunen y se divierten.
Ahí viene mi segunda pregunta, será que nosotros envidiamos la libertad que ellas tienen y por eso tratamos de casarlas para que estén en la misma situación que nosotros, todas recordamos nuestros años de soltería cuando esas mismas amigas salían con nosotros a divertirse, cuando nuestra cintura y nuestros pechos aún no se habían transformado por los embarazos, cuando nos poníamos la ropa de moda y nos entraba, cuando no teníamos que pedir permiso para salir a lo sumo a nuestros padres, cuando una noche de baile era interminable y no teníamos que escapar de nuestros hijos en una fiesta para poder bailar con el chico que nos gustaba.
Por último, no soy celosa al extremo de pensar que me quiere robar mi marido pero a quien no le molestó como nuestro marido mira a nuestra amiga soltera.
Ahora ¿esto se aplica también a las separadas? ojala que no porque como el numero aumenta, entre solteras y separadas, nosotros vamos a terminar perdiendo la guerra.
No sé si hay una guerra entre casadas y solteras pero que los argumentos que ellas sostienen son ciertos son ciertos, aunque me parece que la guerra es más silenciosa y no nos caemos encima para matarlas, simplemente aplicamos una barrera invisible entre ellas y nosotras o más bien nuestros maridos.