INOCENCIA
Sus pies colgaban de la cama,
ella miraba sus zapatos lustrados
y las medias blancas.
Símbolo de su inocencia.
Él la miró de cerca.
Sus manos rozaron apenas,
el cuerpo de la pequeña.
Como si fuera una frágil y fina muñeca.
Su vestido se deslizó por el piso,
ella solo pensaba en no ensuciarlo.
Sin saber que en aquella habitación,
algo más sucio estaba pasando.
El beso sus mejillas,
luego acarició su pelo,
su excitación iba en aumento.
Y sus límites se estaban rompiendo.
En una habitación se juntan,
lo bueno y lo malo,
la inocencia y la perversidad.
Y una de ellas esa tarde terminará.
excelente! totalmente excelente!
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